LA
CONSELLERA DE JUSTICIA, ADMINISTRACION PUBLICA, REFORMAS DEMOCRATICAS Y
LIBERTADES PUBLICAS, GABRIELA BRAVO, INAGURARA LAS II JORNADAS DE VIOLENCIA DE
GENERO ORGANIZADAS POR EL ILUSTRE COLEGIO DE ABOGADOS DE SUECA
El Ilustre Colegio de
Abogados de Sueca tiene previsto llevar a cabo los próximos días 21 y 22 de
febrero, en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura de Sueca, las II
Jornadas de Violencia de Género.
Desde el Colegio de Abogados de
Sueca somos conscientes que es de suma importancia la formación especializada,
tanto en violencia de género como en
igualdad. Esta formación, esencial para toda la abogacía, requiere mayor
nivel de exigencia si cabe en los servicios especializados
creados dentro del turno de oficio por el Colegio de Abogados para informar
y orientar a las víctimas de violencia de género, y defenderlas jurídicamente
en los procedimientos que tengan causa directa o
indirecta en la violencia padecida.
Esta formación debe ser continuada,
presencial y, a nuestro entender, requiere implicar tanto a los operadores
jurídicos, – judicatura, fiscalía y abogacía- como a las propias víctimas,
cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y representantes políticos.
Por tal motivo, las II Jornadas de
violencia de género organizadas por el Colegio, con la inestimable colaboración
del Magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 4 de
Sueca y Violencia sobre la Mujer contarán con la presencia, en el acto inaugural,
de la Consellera de Justicia de la Comunidad Valenciana, Gabriela Bravo, con el
testimonio de las presidentas de dos de las asociaciones de víctimas, con la
participación en las distintas mesas de juristas, fiscales, psicóloga,
representantes institucionales, todas ellas especialistas en la materia,
representantes de la abogacía institucional, miembros de la subcomisión de la
violencia de género del CGAE, cerrando las jornadas con una mesa redonda con el
Presidente de la Audiencia Provincial de Valencia, Fernando de Rosa y con el
Secretario Autonómico de la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas
Como se apunta desde la Subcomisión
de Violencia sobre la mujer del CGAE, aunque nuestro país tiene una de las
legislaciones más avanzadas en materia de violencia de género a nivel europeo, hay
que seguir avanzando para reconocer las distintas formas y los distintos
ámbitos de la violencia machista, hay que seguir identificando y analizando los
factores
que inciden en la violencia de género y formular propuestas para erradicarla.
Se
activan Pactos de Estado, se activan protocolos de actuación, se vuelve con
iniciativas legislativas, y 14 años después de que se publicase la Ley Orgánica
1/2004 de 28 de Diciembre, de Medidas de protección integral contra la
violencia de género, después de las reformas tan importantes que vieron la luz
en el año 2.015 en esta materia, no se ha producido un verdadero avance en la
lucha contra esta violencia, no hemos sido capaces de reducir el número de
asesinatos, muchas mujeres no encuentran la protección debida porque no quieren
interponer denuncia; no quieren, o no pueden, valerse de la protección que el
Estado les brinda, posiblemente porque creen que no van a ayudarlas.
La violencia de género es un fenómeno delictivo que
reviste una especialísima gravedad en una sociedad democrática avanzada por ser
una materialización sangrante del riesgo que, por el mero hecho de ser mujer,
afecta a la mitad de la población. El de violencia de género es un proceso no
equiparable a otros órdenes ya que hay que valorar en su justa medida las
dependencias de todo tipo que la mujeres víctimas de violencia de género
tienen, las emocionales las sociales, las económicas, las que tiene que ver con
los hijos etc. Precisamente los hijos son las otras grandes víctimas de esa
violencia de género
Con este curso se busca, por un lado, la formación especializada y necesaria y, por otro, la puesta en común, la necesaria colaboración de todos los intervinientes en este proceso, un intercambio de experiencias, de modo que el hilo conductor de este curso sea el de formar para formarnos, para, por un lado, contribuir, desde nuestra experiencia y responsabilidad, en la erradicación de esta lacra social y, por otro, para que esa mayor formación, aprendizaje y capacitación pueda enriquecer y cualificar la práctica de nuestra profesión en el ámbito de la violencia de género.