El magistrado José Luís Mendoza obtiene la Distinción Meninas por la puesta en marcha del grupo Treballant per la Igualtat
El partido judicial de Sueca está de enhorabuena. El trabajo efectivo y conjunto en materia de violencia de género que realiza Treballant per la Igualtat se ha visto recompensado. El titular del Juzgado nº 4 y de Violencia contra la Mujer de Sueca, el magistrado José Luís Mendoza Gastearena, impulsó en 2016 la creación de este grupo, que integra a los catorce ayuntamientos del partido judicial. Desde entonces trabajan, codo con codo, junto a la Oficina de Víctimas de Violencia, la Mancomunitat de la Ribera Baixa y el Col·legi d’Advocats de Sueca.
Ahora, este trabajo colectivo se ha dado a conocer gracias a la Distinción Meninas que ha obtenido el juez Mendoza por la puesta en marcha de este grupo. El magistrado recogió el galardón que otorga el Gobierno de España de manos del delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Fulgencio. El acto, celebrado el pasado jueves día 28 de noviembre se llevó a cabo en el Paraninfo de la Universitat de València. “Este premio es de todos”, afirma con orgullo el magistrado.
Se trata de un grupo de trabajo formado por mujeres y hombres de diferentes perfiles profesionales que comparten recursos para lograr una mejor protección y asistencia a las víctimas de violencia. Treballant per la Igualtat incluye alcaldes y concejales de los catorce municipios del partido judicial: Albalat, Benicull, Benifaió, Corbera, Cullera, Favara, Fortaleny, Llaurí, Polinyà, Riola, Simat, Sollana, Sueca y Tavernes de la Valldigna. La coordinación en el grupo es fundamental para su buen funcionamiento, al mismo tiempo que se garantiza la toma de decisiones de ámbito supramunicipal, “es decir, que no sólo la protección o asistencia a las víctimas sea en el municipio, sino que pueda darse en el conjunto de las catorce poblaciones del partido judicial”, explica el juez.
Diversidad y eficiencia
El grupo se creó inicialmente con la intención de reivindicar la creación del Punto de Encuentro Familiar. En un principio lo integraban los alcaldes y concejales de los catorce municipios, la Oficina de Víctimas del Delito y el juzgado. Persiguiendo este objetivo comienza su andadura Treballant per la Igualtat. Sus integrantes celebran una reunión cada tres meses, siguiendo el patrón de Treballant per la Seguretat, formado por la Mancomunitat de la Ribera Baixa y los cuerpos de la Policía Local y Guardia Civil. Desde hace un año y medio se ha incorporando también a este proyecto el Col·legi d’Advocats de Sueca.
El grupo está formado por un amplio abanico de profesionales, “así podemos abarcar más soluciones y dar unas respuestas más ágiles a las necesidades del partido judicial en este ámbito”, explica la vicedecana del colegio de abogados, Beatriz Gomar.
Aunque las reuniones son trimestrales, hay un contacto diario. “Hemos creado un grupo de whatsapp en el cual yo mismo, cada día que hay violencia de género en el juzgado, de la misma manera que informo a la Guardia Civil y a la Policía Local en el grupo Treballant per la Seguretat, informo de los resultados diarios”, explica el juez Mendoza. “Eso supone que la concienciación de que el problema existe, y existe diariamente, es importante para los Servicios Sociales de los catorce municipios, el colectivo de abogados, etcétera”, añade. Las nuevas tecnologías permiten al grupo ofrecer una respuesta rápida y ágil en el trabajo diario.
Uno de los objetivos del grupo Treballant per la Igualtat es la implicación de las personas en el ámbito de la Educación. Así, el año pasado convocaron un concurso que se publicitó en todos los institutos y colegios concertados del partido judicial para que los alumnos diseñaran el logo de la organización. Ganó el trabajo de Arnau Palero, alumno del IES Blasco Ibáñez de Cullera. Como premio, el instituto obtuvo un cuadro de la famosa pintora de Corbera, Rebeca Plana, y el autor del logo se llevó una tablet.
El magistrado José Luís Mendoza reitera su agradecimiento a todas y cada una de las personas implicadas en el grupo. “Es muy importante la labor del juzgado por la guardia permanente que asumen, así como la de seguimiento de los protectores de la Policía Local y Guardia Civil”, expresa. Y de forma muy especial, recuerda a “todas las personas que de forma anónima llaman al 016 o al 112 comunicando que han oído voces o gritos en casa de los vecinos, que han pedido socorro, y han tomado la decisión valiente de venir al juzgado para denunciar”. “Esas personas juegan un papel fundamental en la lucha contra la violencia de género, este premio es posible también gracias a ellos”, añade. “Es un esfuerzo de todos”, afirma.
Implicación profesional y personal
“En este trabajo si no eres optimista no puedes estar involucrado”, asegura el juez Mendoza. “Te sientes optimista cuando una mujer sale del juzgado y te agradece con una sonrisa, cuando acompañas a un niño para que se reúna con su madre tras una exploración y te coge la mano, cuando te regalan un dibujo que han hecho para ti mientras esperaban”, cuenta emocionado.
“Las víctimas llegan a tocarte la fibra sensible”, coincide Beatriz Gomar. “Hay mujeres que las vuelves a ver pasados unos meses tras finalizar el proceso, o aún sin finalizar, tras la orden de alejamiento, y han cambiado su aspecto, rejuvenecen porque se han liberado de preocupaciones”, afirma. “Es reconfortante”, añade la vicedecana del Col·legi d’Advocats de Sueca.
“Hay que ser conscientes de que a fecha de hoy tenemos más víctimas mortales que hasta el año 2011”, anuncia el magistrado José Luís Mendoza. “Hace falta apoyo económico en materia de formación y de especialización, además de una mayor concienciación de la sociedad”, lamenta. Sin embargo, se muestra optimistas de cara al futuro. “No podemos ser pesimistas, porque en ese caso ganaría la violencia a la sociedad y eso no lo debemos permitir”, concluye.